1. REGLAS ELEMENTALES EN LA ELABORACIÓN DE PLANES PERIÓDICOS DE MANTENIMIENTO DE LOS VEHÍCULOS

Para la elaboración de un plan de mantenimiento del vehículo, podemos seguir dos directrices fundamentales:

  • Las del propio fabricante.
  • Las del propietario del vehículo.

Las primeras son las que el fabricante considera indispensables realizar para que el vehículo alcance las condiciones de funcionamiento óptimas según su plan de fabricación y funcionamiento. Normalmente, el fabricante vincula la cobertura de garantía contra defectos de fabricación a la observación rigurosa de las revisiones periódicas que éste establece.

Las segundas pueden agruparse en dos grupos :

Ordinarias: son las que el fabricante realiza en cumplimiento de las normas establecidas por el Ministerio de Industria a través de las Inspecciones Técnicas de Vehículos. Estas inspecciones son, a su vez, de tres tipos:

Previa a la matriculación: los vehículos que deban ser matriculados y que no correspondan a tipos homologados deben pasar inspección previa, al objeto de constatar que reúnen las condiciones técnicas precisas para su circulación. Se realizan en las estaciones I.T.V. por inspectores de las Comunidades Autónomas. Una vez realizada esta inspección, se emite el documento conocido como Tarjeta de Inspección Técnica.

Inspecciones periódicas: todos los vehículos matriculados deben someterse obligatoriamente a una inspección técnica periódica antes de finalizar el plazo señalado en su tarjeta de inspección técnica.

Esta periodicidad de las inspecciones se hará de acuerdo con la siguiente frecuencia:

Motocicietas:

  • Hasta cinco años antigüedad exento.
  • De más de cinco años: bianual.


Vehículos de servicio privado para el transporte de personas, excluidas motocicietas y ciclomotores, con capacidad hasta nueve plazas, incluido el conductor:

  • Hasta cuatro años: exento.
  • De cuatro a diez años: bianual.
  • De más de diez años: anual.

Ambulancias y vehículos de servicio público dedicados al transporte de personas, incluido el transporte escolar, con o sin taxímetro, hasta nueve plazas, incluido el conductor:

  • Hasta cinco años: anual.
  • De más de cinco años: semestral.

Vehículos de servicio de alquiler con o sin conductor y autoescuelas, dedicados al transporte de personas hasta nueve plazas incluido el conductor:

    Hasta dos años: exento
    De dos a cinco años: anual
    De más de cinco años: semestral

Vehículos dedicados al transporte de personas, incluido el transporte escolar y de menores, con capacidad para diez plazas o más, incluido el conductor:

    • Hasta cinco años: anual.
      De más de cinco años: semestral.

Vehículos y conjuntos de vehículos dedicados al transporte de mercancías de P.M.A. menor o igual a 3,5 T:

  • Hasta dos años: exento.
  • De dos a seis años: bianual.
  • De seis a diez años: anual.
  • De más de diez años: semestral.

Vehículos de transporte de mercancías de más de 3,5 T de P.M.A. y cabezas tractoras independientes.

  • Hasta diez años: anual.
    De más de diez años: semestral.

Caravanas remolcadas de P.M.A. mayor de 750 Kg.

  • Hasta seis años: exento.
  • De más de seis años: bianual

Tractores agrícolas, maquinaria agrícola autopropulsada, remolques agrícolas y otros vehículos agrícolas especiales, excepto motocultores y máquinas equiparadas:

  • Hasta ocho años: exento
  • De ocho a dieciseis años:bianual
  • De más de dieciseis años: anual

La antigüedad de los vehículos se computa a partir de la fecha de matriculación, siendo esta fecha, en los vehículos importados, la de la primera matriculación en su país de origen.

Inspecciones extraordinarias: cuando el vehículo haya sufrido, como consecuencia de accidente u otra causa, un daño importante que afecte a algún elemento de seguridad de la dirección, suspensión, transmisión o frenado, o al bastidor estructura autoportante, el vehículo deberá pasar revisión extraordinaria.

También cuando se haga un cambio de destino del vehículo o una reforma de importancia o cuando se solicite de forma voluntaria por el titular del vehículo.


2. MANTENIMIENTO DEL VEHíCULO

2.1. DE LOS SISTEMAS ELÉCTRICOS, DE REFRIGERACIóN Y LUBRICACIóN DEL VEHíCULO

Para el mantenimiento del sistema eléctrico del vehículo, prestaremos especial atención a los siguientes elementos:

  • Caja de fusibles: con repuestos para avería.
  • Terminales de conexión: comprobando que no estén pelados y en buen estado.
  • Sistema de cableado: sin peladuras y aislados en el caso de ADR.
  • Baterías: comprobando su estanqueidad y nivel de líquido.

Para el mantenimiento del sistema de refrigeración observaremos que el nivel de líquido refrigerante alcance el señalado por el fabricante del vehículo, y que dicho sistema no tenga fugas en todo su circuito ni en el radiador. Sustitución del filtro de aire cada diez kilómetros y limpieza del radiador cada 20.000 km.

Para el mantenimiento del sistema de lubricación, observaremos, en primer lugar, las normas del fabricante del vehículo.

Además, deberemos mantener el nivel de aceite según los límites indicados en el vehículo, sustituyéndolo por nuevo en un promedio de 10. 000 km, procediendo a sustituir el filtro de aceite con cada cambio del mismo. Habrá que tener especial precaución con la bomba de aceite, que es el mecanismo que bombea el mismo a través de todo el motor y permite su lubricación.

2.2. LIMPIEZA INTERIOR Y EXTERIOR DEL VEHíCULO

Deberemos mantener el interior de la cabina y el exterior del vehículo en condiciones óptimas, dado que ello nos permite ofrecer una buena imagen del vehículo y, en consecuencia, de nuestra empresa.

El interior del habitáculo de carga debe tenerse totalmente limpio e higienizado en caso de vehículos dedicados al transporte de alimentos bajo ATP.

2.3. EQUIPAMIENTO BÁSICO DE UN TALLER

Un taller debe tener los materiales y herramientas suficientes para permitir un correcto mantenimiento de los vehículos. Estos deben ser los siguientes:

  • Compresores: para producir la suficiente fuerza para la utilización del utillaje mecánico.
  • Cargador de baterías: que permiten recargar las mismas en caso de descarga.
  • Equipos de lubricación: que permiten el cambio de aceite de los vehículos y el engrasado de los mismos.
  • Equilibradores de neumáticos y alineadores: permiten un correcto equilibrio de llantas y neumáticos, así como también una correcta alineación de los mismos, evitando con esto las vibraciones en la dirección y el desgaste anormal de los vehículos. También se deberá disponer de máquinas de lavado para conseguir una imagen externa correcta de nuestro vehículo siendo éstas de presión o de sistema de rodillos.